19/10/2016
La concejala de Salut Pública, Mary Carmen Ribera, explica que la sesión está abierta a otras entidades y ciudadanía en general.
El Ayuntamiento retoma el plan biológico de lucha contra los mosquitos con la tercera sesión del programa de voluntariado para conocer qué especies de murciélagos viven en nuestro entorno y construir refugios para estos mamíferos, depredadores naturales de especies como el mosquito. La Concejalía de Salud Pública, dirigida por Mary Carmen Ribera, y la Fundación Limne realizarán un nuevo taller el sábado 22 de octubre a las 19.00 en la sede de la Asociación de Vecinos del Raval Universitario, situada en la calle Honori García, 7 bajo, que está abierta a la participación de otras entidades y la ciudadanía en general.
En esta jornada divulgativa, la Fundación Limne muestra, de manera didáctica, cómo se estudian las poblaciones de uno de los grupos de mamíferos más amenazados de la Comunidad Valenciana: los murciélagos.
Se trata, en efecto, de un grupo de animales poco conocido, entre los que se encuentran algunas especies en peligro de extinción, como Myotis capaccinii. "Los quirópteros, pese a gozar de una injustificada mala fama, son una pieza clave en la gestión de los ecosistemas mediterráneos, siendo especialmente destacable su papel en el control de insectos y plagas: la capacidad depredadora de cada murciélago se ha llegado a situar en los 3.000 insectos/noche, por lo que protegerlos puede resultar de especial interés en zonas de cultivo agrícola y arrocero", según explica Sales Tomás, directora de la Fundación Limne.
Precisamente, esta faceta de voraces consumidores de insectos ha sido la que más ha llamado la atención en las dos sesiones anteriores, celebradas en el Planetario y en la explanada del Casal Jove. Los murciélagos son, por tanto, muy beneficiosos sobre el control de plagas que dañan los cultivos, así como sobre los molestos mosquitos y moscas negras, tan abundantes en esta época.
Tras la construcción de refugios se realiza un estudio de los murciélagos de la zona, mediante el uso de detectores de ultrasonidos, un aparato que "traduce" el sonido inaudible que emiten estos animales. Como cada especie "suena" a una frecuencia diferente, los voluntarios del proyecto pueden conocer con bastante efectividad la fauna de murciélagos que puebla un paraje. Se trata de una técnica no invasiva que permite aglutinar datos de distribución y densidades de nuestras poblaciones de murciélagos.
Conocer las especies y las zonas en las que se mueven será esencial para determinar qué medidas son las más idóneas para protegerlas y fomentar la lucha biológica contra plagas e insectos perjudiciales